jueves, 5 de febrero de 2009

Recordando - Parte 02

Ahí estaba, justo como me dijo, con un enterizo entallado al cuerpo y una chompa de lana color verde limón, tenía el cabello largo y negro, como me gusta; la noté un poco "palteada", con nerviosismo guardaba su celular en su cartera sin levantar la mirada. Llegué a ella.

- Hola, ¿K?, ¿cómo estás? - inicié el saludo del encuentro.
- Hola, bien - levantó la mirada y pude verle los ojos, los cuales me cautivaron.

Me acerqué más a ella para darle un beso en la mejilla, posé mi mano en la parte baja de su espalda, encontrando sólo cabello - ¡qué bien! me dije, así me gustan.

- Bueno, vamos a ver una película - propuse.
- Ya, vamos - respondió aún nerviosa.

Era la primera vez que mis nervios no estaban conmigo en una primera cita, o al menos no lo percibía, lo que sí sentía era una conexión que, durante el transcurso del día, fue en aumento. Mientras caminábamos al cine, conversábamos sobre lo ocurrido en su llegada a nuestra cita, los problemas que tuvo, su transbordo y demás aventuras que hasta hace poco supe que no fueron verdad, lo que pasó era que se había quedado dormida, en fin, la espera había valido la pena.

Llegamos a la boletería, sólo tenía en mente ver una película: "Batman Begins", era jueves y estaba en estreno, he sido seguidor de todas las demás entregas, y no quería que fuese la excepción, pero ... ¿ella la quería ver?

- ¿Te parece si vemos Batman? - crucé todos los dedos para oír una respuesta afirmativa.
- Claro, en eso quedamos.
- Ah sí, chevere! - recordé que por chat habíamos planeado ver esa película, ¡que torpe! y según yo, no estaba nervioso.

Compré los boletos, y entramos al cine, aún faltaban más de 30 minutos para que empiece la película, era el tiempo que quería para conversar y conocerla. Encontramos una especie de banca dividida por la mitad, ella se sentó en un filo, yo en el otro. Empezamos a conversar sobre lo que ibamos a ver, también de los próximos estrenos ... aunque a decir verdad, era yo el que más hablaba, recuerdo que le trataba de contar sobre el argumento de "Los cuatro fantásticos", mis películas favoritas, etc.; mientras lo hacía, temí que pensara que era un chico infantil, un niño en cuerpo de grande, que sólo le gustaba ver ficción, aventuras y terror, pero la noté tan atenta a mis coemtarios que me sentí cómodo, y seguí.

No recuerdo en qué momento o porqué motivo, mientras ella me hablaba posó su mano en mi pierna, sentí el calor de su piel, era un toque que me adormecía ... simplemente, sentí rico.

El tiempo se nos pasó volando, faltaban menos de cinco minutos para que empiece la película, nos acercámos a la dulcería, había gente.

- ¿Qué gaseosa deseas?, ¿quieres pop-corn o hot-dog? - le pregunté, esperando que me pidiera todo.
- Nada, no te preocupes - me respondió segura de sí misma.
- ¿Nada, estás segura? - pregunté sorprendido de la respuesta.
- Sí, de veras - y girando su mirada a la vitrina, por fin me dijo - aunque mejor un vaso de chicha.
- Ya, compraré para mí también - le dije contento, ya que prefería tomar algo suave, estaba yendo al gym y hacía meses que no bebía gaseosa.
- No - me respondió con prisa - sólo compra uno, yo tomo poco.
- ¿Segura? por mí normal - ¡qué ahorrativa! me dije, eso me encantó - pero hay mucha cola, ojalá avance rápido.
- Joven, aquí también puede realizar su compra - se escuchó detrás de nosotros. Era un trabajador que se encontraba en una especia de stand , nos acercámos e hicimos el pedido.
- También quiero un Snickers, pero chiquito nomás - añadió K con una confianza e inocencia que me hizo sonreir.

La compra fue rápida y me di cuenta que K era alguien distinta, alguien especial, alguien que tenía que conocer bien ... el día con ella recién empezaba. Entramos a la sala sin saber lo que adentro pasaría.

Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

como qeu continuara la tas haciendo muy larga ah!!!! y no cuelgas en buen tiempo!!!
jajaj
saludos mano